Diez pistas para recordar este verano


• Establece una normativa clara, sencilla y coherente. Los niños se portan mejor si saben a qué atenerse.

• Tener un horario nos permite saber en cada momento lo que hay que hacer. Elabora uno que cubra vuestras necesidades.

• No te olvides de incluir normas que hagan referencia al respeto hacia los demás y hacia todo cuanto nos rodea.

• No vivas la relación con tu hijo como una lucha de a ver quién puede más. Acepta el conflicto como algo que os enseña a ambos a mejorar vuestra relación.

• Confía en tu capacidad como educador. Cuida lo que dices y cómo lo dices, muéstrate firme y convincente y dirígete al niño con mucho respeto.

• Olvídate de las etiquetas que inmovilizan al niño.

• La atención es la mejor estrategia para mantener comportamientos adecuados. No dudes en mirar a tu hijo, felicitarle, abrazarle, etc., para animarle a que siga así.

• Favorece la autonomía. Tu hijo necesita que le apoyes en sus progresos, que le recuerdes que él puede.

• No abuses de los reforzadores materiales. Favorece el encuentro con tu hijo y compartid actividades y experiencias que os ayuden a disfrutar estando juntos.

• Acompaña la retirada de reforzadores o el tiempo para pensar con otras técnicas que te permitan fortalecer los comportamientos adecuados.

(Tomado del libro " Los niños vienen sin manual de instrucciones:Técnicas de una superniñera para educar a tus hijos" Montserrat Giménez.

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