El abuelo, la nieta y la cinta de correr

Con casi 87 años era la primera vez tenía acceso a un gimnasio moderno. Había bicicleta estática, cinta para correr, máquinas para fortalecer bíceps y cuádriceps. Toda su vida había conducido camiones, cargado y descargado remolques. Nunca había necesitado ningún gimnasio.
El día anterior su hija le había prohibido entrar, pero hoy estaba sólo y era su oportunidad. No sabía que le estábamos observando.
En esto que llegó su nieta de 7 años, otra a la que su padre, no le había dejado entrar en el gimnasio el día anterior. Era su oportunidad.Un botón por aquí, unas luces por allá. La niña que sabe inglés, dice: "Abuelo aqui pone start". Y la cinta se puso en marcha. "Mira, abuelo, aquí pone +". "Dale más rápido". "Ahora me toca a mí" dijo el abuelo. A los diez minutos salieron del pequeño gimnasio, orgullosos y alegres.
Al verlos parecía que los dos tenían 7 años ó quizá los dos 87. Tan lejos en edad pero tan cerca en emociones.