Somos creadores de ambientes de aprendizaje 1

Hay cosas que uno sabe pero olvida fácilmente. Sabemos que en el aprendizaje, las emociones juegan un papel fundamental. He comprobado muchas veces que un ambiente saludable y emocionalmente enriquecedor es la base sobre la que se construyen los demás aprendizajes lingüísticos, matemáticas, científicos, artísticos,.. Pero la prisa, la inseguridad y otros factores hacen que me olvide e intente organizar mi clase sin tener en cuenta qué emociones quiero cultivar en mi aula.

¿Qué emociones transmito en mi aula? ¿Qué tipo de emociones trasmito en mi relación educativa con mis compañeros? ¿Qué energía emocional hay en mi grupo de alumnos? ¿Qué sentimientos tengo que introducir en el grupo para que el aprendizaje se produzca? ¡Qué emociones necesitamos para que la implicación y motivación de los alumnos y del profesorado mejore en el centro?

Hay 4 preguntas básicas, que Robert Marzano y otros expertos se hacen para mejorar la motivación e involucración de los alumnos en la clase.

La primera pregunta tiene que ver con:


¿Cómo me siento? 


Si preguntásemos a los alumnos, cómo se sienten en nuestras aulas, ¿qué nos dirían?

Hay varios factores que influyen en los alumnos para que los alumnos se sientan bien:
- Los ritmos de trabajo
- El movimiento en el aula
- La percepción de cercanía-lejanía emocional del maestro, la comunicación no verbal, el sentido del humor, la energía del maestro.
- Las ideas implícitas en la relación educativa entre profesor y alumnos: hacen referencia a cómo se viven los errores, a la expresión de sentimientos, la asertividad, la privacidad.




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